A medida que incrementaban los cargamentos de oro y plata destinados a los acreedores españoles, aumentaban los predadores a ambos lados del Atlántico para apoderarse del tesoro. A principios del siglo XVI, los buques armados que navegaban en solitario eran presa de corsarios franceses e ingleses y hábiles asaltantes. Para contrarrestar esta amenaza, España ideó un sistema de convoy para la defensa marítima, cuyo modelo fue un éxito por más de tres siglos.
Dos flotas de la plata salían separadas cada año de España, hacía América, normalmente antes de que comenzase la temporada de los vientos alisios, hasta desembarcar en las islas Windward en el Caribe, allí se separaban tomando rutas diferentes. La "Flota Nueva España", salía rumbo al puerto de Vera Cruz, actualmente México, y los galeones de la flota "Tierra Firme" salían hacia Cartagena a recoger el cargamento de América del Sur. Una vez cargadas las dos flotas, partían hacia La Habana, Cuba. Terminados los preparativos para el viaje y cuando el tiempo era favorable, la flota combinada salía en viaje de regreso a España, por el estrecho de Florida y la corriente del Golfo, siguiendo por el norte del archipiélago de las Bahamas, alterando el rumbo hacía el nordeste de las Bermudas y luego al este para alcanzar los vientos alisios del oeste, que favorecían la navegación. Dos escoltas armadas - una capitana, que navegaba delante, y una almiranta que navegaba al final – acompañaban a los buques mercantes.
Aunque este sistema de convoy armado fue una defensa efectiva contra los ataques enemigos, otros peligros amenazaban la flota española debido a la geografía costera y a las condiciones atmosféricas. Los bancos de arena y el mal tiempo causaron grandes perdidas a la navegación española. A ambos lados del estrecho de la Florida, existen arrecifes y bancos de arena difíciles de divisar sobre todo de noche o con mal tiempo. Los huracanes tropicales amenazaban el Caribe desde agosto hasta octubre y de noviembre a marzo un sistema de presión intenso llamado 'el norte' desciende sobre el Golfo de México. La combinación de todos estos factores, fueron la causa de todos los restos que quedaron sepultados alrededor de las costas de Florida. Con la intención de los franceses de colonizar la península de Florida a mediados del siglo XVI, la Corona española inició la fortificación de la costa oriental de San Agustín para defensa de la ruta mercantil y crear un refugio para marineros naufragados. A pesar de todo esto las flotas continuaron a tener toda clase de contratiempos. Sufrieron al menos tres grandes catástrofes – en 1622, 1715, y 1733 – debido a los huracanes que se desataron mientras cruzaban el estrecho de Florida, causando gran cantidad de pérdidas de vida y graves consecuencias económicas. La colonización española de Florida a fines del siglo XVI está directamente conectada al transporte de riqueza vía la Flota de la Plata y a los peligros que enfrentaban.
Los visitantes pueden ver los restos de la Flota de la Plata del 1715 en el Urca de Lima Reserva Arqueológica Subacuática (Urca de Lima Underwater Archaeological Preserve), y los restos de la Flota de la Plata del 1733 en Ruta del Galeón Español (1733 Spanish Galleon Trail) a través de los cayos de Florida (visite www.flheritage. com/archaeology/underwater/galleontrail/), y la Reserva Arqueológica Subacuática de San Pedro (San Pedro Underwater Archaeological Preserve).