Por Terry Gibson

Cada otoño, una onda apacible se apodera de los Cayos de la Florida, tan dulce como la fresca brisa del mar. Quienes se dedican a pescar o bucear recuperan todos el aliento tras una temporada veraniega frenética. Los vecinos aprovechan la gran abundancia que les ofrecen las estupendas pesquerías en otoño. Los visitantes pueden sacar partido de la diversión mientras se anotan descuentos en alojamiento, comida y transporte chárter.

Aquí le contamos cómo van las cosas y dónde tendrán mejor acceso a la abundancia de los Cayos tanto los pescadores de caña como los buzos.

Langosta marina

Los buzos acuden en manada a los Cayos para la minitemporada de langosta, que tiene lugar a finales de julio, y en la apertura de la temporada habitual pocas semanas después, a principios de agosto. Sin embargo, la temporada de langosta marina sigue abierta sin interrupción hasta finales de marzo. Los patrones meteorológicos del otoño ponen a las langostas en movimiento, por lo que podrá encontrarlas en todas partes, desde los bajos de los manglares hasta los arrecifes más profundos. Tome su vara de cazar. Y, por cierto, capturar langostas es un motivo excelente para sacar el certificado de buceo. Además, los aficionados a la historia y los buzos que quieran ver criaturas de gran tamaño, entre ellas, meros gigantes, deben darle un vistazo al Rastro del naufragio del Santuario Marino Nacional de los Cayos de Florida.

Dorado

El dorado o “delfín”, como le llamamos por aquí, abunda en los Cayos durante todo el año, pero los ejemplares más grandes y los bancos más numerosos pasan a finales de la primavera y en el otoño. Esta especie de asombrosa belleza muerde una amplia variedad de anzuelos, señuelos y moscas; lucha acrobáticamente y su carne parece pensada para la parrilla. Un día de pesca de dorado le proporciona a toda la familia una aventura estupenda y una cena incluso mejor.

Sábalo

La pesca de sábalo alcanza su pico en mayo y junio, pero aún se puede pescar mucho en septiembre, sobre todo, en la zona de Islamorada. Algunos peces migratorios grandes parecen renuentes a abandonar los Cayos, y no los culpo. Incluso, hay poblaciones locales de sábalo que gustan tanto del lugar que nunca se marchan. Tampoco los culpo. Su tamaño varía desde los jóvenes más pequeños hasta el pescado más grande del año.

Macabijo y mero pámpano

Sí, el comienzo del otoño es una de los mejores momentos del año para ganar el gran slam de las marismas, es decir, pescar un macabijo, un sábalo y un mero pámpano. El agua pierde calor en los bajos, y los peces permanecen arriba en las marismas por períodos más prolongados. Simplemente, parecen más relajados. Sacan la cola del agua y la menean alegremente mientras hunden la cabeza en el pasto marino para comer camarones y cangrejos, entre otras presas. Disfrute de pescar a la vista en su forma más emocionante y exigente, mientras quizá tenga la fortuna de ser la única embarcación en las marismas. Una pista: la pesca del mero pámpano suele ser mejor en los Cayos intermedios y bajos, que viene acompañada además de una buena cantidad de macabijo. Dele un vistazo a las marismas que hay por Big Pine Key, Marathon y Cayo Hueso.

Opciones en zonas agrestes

El Parque Nacional Everglades abarca gran parte de los vastos y pululantes bajos de la jungla de Florida Bay, donde los pescadores apuntan sus cañas a una diversidad de especies. Se puede llegar fácilmente desde Cayo Largo y otras zonas de los Cayos superiores. Pescando en este espectacular laberinto, podrá reconocer desde tierra truchas de mar, róbalos, corvinas rojas, corvinas negras, sábalos y muchos más. La única competencia que deberá enfrentar serán las espátulas rosadas, los halietos y las águilas, entre muchas otras magníficas aves zancudas y buceadoras. ¡Y aproveche para darles un vistazo a los tiburones!

Peces de arrecife

El arrecife de coral de Florida es el sistema de barrera de coral vivo más extenso que habita en las aguas de Norteamérica y el tercero más grande del mundo. Se extiende a lo largo del litoral de los Cayos. Ya sea que se suba a un barco festivo, flete un chárter o remolque su propia embarcación, es muy fácil acceder al coral. El banco de pargos cola amarilla es tan denso que parecen a punto de saltar al interior del barco. La temporada de mero está abierta, así que venga y mida fuerzas con un mero negro, un mero rojo o una cuna aguají. Si de verdad se apunta a un forcejeo, apúntele a una serviola. De algo puede estar seguro: volverá a casa con un montón de sabrosas criaturas del arrecife.

Recursos

Revise la página sobre barcos festivos de la guía telefónica de pesca de los Cayos de Florida.

Atención buzos: el Santuario certifica a operadores de buceo responsables que se esfuerzan de manera extraordinaria por custodiar nuestros corales. Aquí tiene una lista de operadores certificados.

La Asociación de Guías de los Cayos Bajos está integrada por algunos de los guías más profesionales y responsables del país. Y dele un vistazo también a la Asociación de Guías de los Cayos de Florida.