Por Steve Winston
En la distancia, se ve un leopardo solitario que deambula por el herbazal.
Más acá, se asoma una pantera que se ha camuflajeado detrás del gajo de un árbol.
En “tierras inexploradas y salvajes” de la parte occidental más remota del condado de Palm Beach, en un área más acostumbrada a los caballos que a los grandes felinos, te vas a encontrar con el centro Panther Ridge Conservation Center, un refugio de 10 acres para felinos abandonados o que los dueños ya no quieren.
Es un lugar donde los cuidan hasta que se recuperan. Donde prosperan. Donde viven en un hábitat, y reciben una dieta, similar a los de su estado salvaje. Y donde de hecho puedes estar a solo pulgadas de ellos, nada más con una cerca entre tú y ellos.
Panther Ridge es producto del ingenio…no, más bien de la pasión…de Judy Berens, cuya fascinación por estos magníficos animales es tal que de hecho tuvo un ocelote de mascota durante años. Como muchos sabían de esta singular mascota de Judy, a mediados de los años 90 otras personas que tenían grandes felinos y ya no deseaban continuar con la responsabilidad comenzaron a dejárselos a ella. Eso la llevó a fundar Panther Ridge, un refugio sin fines de lucro, cuyas puertas abrió a los turistas en el 2003.
En la actualidad Judy tiene aquí más de 20 felinos, entre ellos algunos exóticos como jaguares, leopardos negros, servales, linces africanos, ocelotes y panteras nebulosas. También hay panteras, pumas y guepardos.
“Muchos de estos animales están literalmente a punto de quedar extintos”, dijo Berens. “En África y Asia había 450,000 leones. En la actualidad hay menos de 20,000. Probablemente desaparezcan en el curso de nuestras vidas…y con ellos los tigres y los leopardos de las nieves igualmente”.
Los felinos en su hábitat natural se enfrentan con graves amenazas ambientales, dijo Berens, tales como insecticidas, fertilizantes, el cambio climático, el gas metano que se escapa del hielo del Ártico en rápido proceso de derretirse y el hecho de que muchos países del tercer mundo ignoran las regulaciones ambientales en su apuro por industrializarse. Además de los peligros que han existido siempre, como la presencia de cazadores, traficantes de pieles y tribus que matan a los felinos para alimentarse o para extraerles los colmillos que usan en remedios caseros.
Los felinos de Judy, sin embargo, están felices y a sus anchas en este lugar. La familia felina de Judy incluye a Charlie el guepardo, que de hecho se le acerca y la acaricia con el hocico, le lame la mano y se deja abrazar. Brandy el puma (puma, león de montaña y cougar son en verdad el mismo animal con nombres diferentes de acuerdo al lugar) pertenece a la más grande especie felina que ronronea y puede llegar a pesar hasta 275 libras. Amos es una impresionante pantera negra con ojos verdes que le da besos a Judy.
Bella es un jaguar rechazada por su madre al nacer que Judy tuvo que alimentar a biberón para poder mantenerla viva. A corta distancia está Aztec, el padre de Bella, un anciano de 18 años. Otros residentes de Panther Ridge son Audrey, un puma de 22 años; Lexi, un serval del África; y, un ocelote de 22 años llamado Cody que es parte de una raza de tamaño no muy grande pero un poco malhumorada. Berens le ha puesto el apodo “Muerdemucho”.
“La raza que enfrenta mayor peligro de extinción entre las que tenemos es la pantera negra”, dijo Berens. También son los que tienen los colmillos más grandes que ningún otro felino. Y tenemos la gran suerte de tener cuatro, entre ellos los hermanos Ming y Mei.
Berens de hecho no se introduce en los espacios que habitan los animales (que los pudiera hacer sentir amenazados), sino que interactúa con ellos en un área cercada exterior conectada con la principal. Ella permite que se le acerquen cada vez que entra en el área.
Panther Ridge organiza visitas con cita previa para un mínimo de cuatro personas con un guía autorizado, y para un mínimo de dos (a un precio diferente) con Judy misma de guía. No es complicado saber cómo se sienten los visitantes acerca de Panther Ridge.
“Lo más genial aquí, pienso”, dijo Jennifer Lathrop de Alexandria, Va., “no es solo poder ver de cerca a estos magníficos animales, sino también aprender sobre el peligro que enfrentan y lo que podemos hacer para salvarlos”.
Y a veces, si tienen suerte, los niños puede que tengan la oportunidad de pasarles la mano a alguno de los felinos más pequeños, ¡y más dóciles!
Cuando visites…
Panther Ridge Conservation Center
14755 Palm Beach Point Blvd
Wellington, Fla. 33414
Teléfono: 561-795-8914
Fotos de Peter W. Cross para VISIT FLORIDA