By Martin Merzer
La visita a cuatro faros muy cerca de Tallahassee o Panama City esclarece el misterio y la serenidad de un capítulo de la historia que se desvanece con rapidez.
Aunque se llama Forgotten Coast (la Costa Olvidada), el tramo de 145 kilómetros sobre la costa noroeste de Florida, desde Saint Marks hasta Cabo San Blas al oeste, estuvo una vez tan espectacularmente iluminado —aunque de forma intermitente— que resultaba imposible no verlo.
Efectivamente ese era el objetivo, toda vez que esta iluminación esporádica provenía de cuatro faros clásicos y, ahora, evidentemente históricos. Naturalmente, su propósito era advertir de la presencia encubierta de bancos de arena y otros peligros cercanos a buques madereros, barcos pesqueros, naves que llevaban o traían a puerto productos agrícolas y otros vehículos marítimos dentro o cerca de la parte superior del golfo de México.
Ahora, en la era de los sistemas de posicionamiento global y otros dispositivos de navegación, los faros constituyen primordialmente atracciones turísticas, aunque algunas de estas centelleantes balizas siguen auxiliando a los capitanes navales. Los cuatro están abiertos al público, aunque no en igual medida, y todos están muy cerca de Tallahassee o Panama City.
Con cierta planificación y avivados por las ostras, los camarones y el pescado fresco que tan fácilmente se consiguen en la zona, los turistas pueden entrelazar uno o dos días de visita placentera e informativa a las cuatro majestuosas estructuras.
De hecho, un gran número de ellos lo hace. ¿Y qué será lo que hace a los faros tan irresistiblemente atrayentes?
"Es el romanticismo relacionado con los faros, el aislamiento y todo lo que ello supone", opina Lonnie Mann, 69 años de edad, una jubilada de Tallahassee que suele visitar las torres. "Es algo que la gente anda buscando, quizá un poco de soledad y calma en sus vidas".
Escuchemos a Tom Aleksandrowicz, 56 años de edad, oriundo de Nueva Jersey y actualmente residente de Booksville, que ha visitado faros a lo largo de las costas del Golfo y el Atlántico: "Es su relación con el mar. Esta gente cruzaba los mares, y si no hubiera sido por los faros, la mitad de ellos no lo habría logrado. Es el misterio que encierran".
Sí, el misterio, el romanticismo y el aislamiento (ya perdido). Tratemos de recuperar parte de ello haciendo un recorrido por los faros de la "costa olvidada", partiendo de la margen este de la región y abriéndonos paso hacia el oeste.
Faro de Saint Marks
Ubicado en el condado Wakulla a solo 32 kilómetros al sur de Tallahassee, el Faro de Saint Marks es un buen comienzo, aunque solo el emplazamiento del faro (no la estructura misma, cada vez más destartalada) está abierto al público la mayor parte del tiempo.
Con 24 metros de radiante blancura construidos en 1842, el faro tiene adosada la casa del vigilante y ambas construcciones siguen cuidando la cercana entrada al puerto. De noche, la luz todavía centellea cada cuatro segundos.
Al igual que todos los faros situados sobre este trecho de la costa del Golfo, la torre de Saint Marks ha sido —y sigue siendo— blanco frecuente de huracanes. Por ello la torre cuenta con paredes cuyo grosor va reduciéndose de casi 122 centímetros en la base a casi 46 centímetros en la cúspide. La casa del vigilante, construida en 1871, está similarmente reforzada contra las inclemencias de la naturaleza.
Actualmente, la Guarda Costera Estadounidense y la reserva ecológica Saint Marks National Wildlife Refuge dirigen conjuntamente las instalaciones, aunque la Guarda Costera está en proceso de entregárselas a la reserva.
Cuando vaya: La reserva Saint Marks National Wildlife Refuge abre todos los días durante las horas de luz. El faro se ubica en el extremo de la carretera County Road 59 (Lighthouse Road) que da al Golfo, y su aparcamiento, en el número 1255 de Lighthouse Road. Si viene de Tallahassee, diríjase al sur por Monroe Street y doble a la izquierda en la autopista Woodville Highway (State Road 363). Doble a la izquierda en la autopista U.S. 98 y a la derecha en la carretera County Road 59. Más información en https://www.stmarksrefuge.org/lh-icon.
Faro de Crooked River
Este recóndito faro sí que parece corresponder a una región que llamen "la costa olvidada".
Ubicado un poco tierra adentro sobre el costado norte de la autopista U.S. 98, a unos 5 kilómetros del pueblito de pescadores de Carrabelle, la estructura roja y blanca de hierro y acero del Faro de Crooked River ha permanecido en pie allí desde 1895. Su propósito: ayudar a las naves a atravesar el arriesgado paso entre las islas Saint George y Dog.
Incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos, pero clausurada por la Guarda Costera Estadounidense en 1995, la torre de poco más de 31 metros fue cedida a Carrabelle gracias a los leales esfuerzos de un grupo que llegaría a conocerse como la Asociación del Faro de Carrabelle.
Cuando vaya: Afortunadamente, el faro —y sus 138 escalones— pueden subirse los sábados y los domingos de 1 a 4 p. m., cuando el tiempo lo permite. La entrada cuesta $5 por persona y la estatura mínima permitida es de 112 centímetros. Se ofrecen visitas guiadas "Full Moon Tower Tours" a $10 por persona en noches de luna llena, cuando el tiempo lo permite. El museo y tienda de regalos Keeper’s House Museum and Gift Shop, copia de la auténtica casa del vigilante, abre de 12 m a 5 p.m. de jueves a domingo. Teléfono: 850-697-2732.
De Tallahassee, diríjase al sur por Monroe Street y doble a la derecha en la autopista Crawfordville Highway (U.S. 319). Siga hacia el sur y hacia el oeste por la autopista U.S. 98 y atraviese Carrabelle hasta llegar al Parque Crooked River Lighthouse, unos 5 kilómetros al oeste del centro de Carrabelle (vaya despacio y localice el faro, enclavado en el costado norte de la carretera). Puede encontrar más información en crookedriverlighthouse.org.
Faro Cape Saint George Light
Siguiendo hacia el oeste apenas unos 32 kilómetros más, encontraremos no solo otro majestuoso faro, sino también la fenomenal historia de una comunidad que no estaba dispuesta a dejar que se extinguiera su luz.
El faro Cape Saint George Light logró sobrevivir huracán tras huracán, maltrato natural tras maltrato natural, desde el momento en que se terminó de construir en Little Saint George Island en 1852 hasta el 21 de octubre del 2005. Ese solemne viernes, el viejo y magnífico faro cedió a 153 años de erosión y alto oleaje y se desmoronó en las aguas del golfo de México.
No obstante, los habitantes del vecino pueblo de pescadores de Apalachicola y otros lugares del condado Franklin —devotos defensores que lucharon durante años por apuntalar su faro— no estaban dispuestos a rendirse. Rescataron y limpiaron los viejos ladrillos e hicieron los arreglos necesarios para que el faro de 98 peldaños y casi 23 metros de altura se reconstruyera en la más amplia y poblada Saint George Island, donde se reinauguró en el 2008 y ahora se levanta orgulloso, dispuesto y preparado para recibir su visita.
Cuando vaya: Siga hacia el oeste por la autopista U.S. 98 hasta el muy pequeño pueblo de Eastpoint. Siga los avisos hasta Saint George Island y doble hacia el sur en la carretera State Road 300, que se convierte en una carretera elevada. El faro Cape Saint George Light y su correspondiente museo y tienda de regalos se ubican en el número 2 de East Gulf Beach Drive, justo delante de usted cuando la carretera elevada que viene de tierra firme termina a 90 metros del Golfo aproximadamente.
Del 1 de marzo al 31 de octubre, el faro abre de 10 a. m. a 5 p. m. los lunes, martes, miércoles, viernes y sábados, y de 12 m a 5 p. m. los domingos. Cierra los jueves. El horario se reduce en el invierno, del 1 de noviembre al 28 de febrero.
El boleto para subir el faro cuesta $5 para los adultos, $3 para los menores de 16 años y es gratuito para los menores de 6 años y el personal militar estadounidense con identificación. La estatura mínima permitida es de 102 centímetros.
También se permite subir en luna llena por $15 (con refrigerios ligeros) o $10 por persona. Se recomienda hacer reservación. Llame para conocer las fechas y otros detalles al 850-927-7744 o, gratuitamente, al 888-927-7744. Visite el sitio web en stgeorgelight.org.
Faro de Cabo San Blas
Más desafortunado ha sido, al menos por ahora, el destino que ha corrido el Faro de Cabo San Blas, ubicado unos 48 kilómetros más al oeste.
Este, al igual que sus antecesores cerca del pueblo de Port Saint Joe, también opuso resistencia a los estragos de la naturaleza durante mucho más de un siglo. Reconstruido y reubicado varias veces, el faro y sus dos edificaciones adjuntas quedaron bajo la competencia de la Fuerza Aérea Estadounidense, que controla gran parte de Cabo San Blas y tiene allí un centro para dar seguimiento a los vuelos de sus bases cercanas.
Lamentablemente, en octubre del 2012 y con tan solo 10 días de antelación, la Fuerza Aérea ordenó el cierre del faro de 131 peldaños y casi 31 metros de altura, motivo de gran orgullo para el condado Gulf y una atracción muy frecuentada por los turistas.
"Es muy triste verlo todo desaparecer", expresó Beverly Mount-Douds, la "dama del faro" de Cabo San Blas, quien prácticamente dirigió el lugar durante mucho tiempo. "Los jóvenes de hoy no van a saber nada sobre faros, atalayas ni puentes levadizos. Deberíamos compartir con nuestros hijos la historia de estos lugares. Eso es lo más importante".
Ella junto a compañeros de varios grupos locales están tratando de recaudar fondos para adquirir la torre y sus edificaciones y mudarlas a un emplazamiento más seguro.
Mientras tanto, aún puede verse la cúspide de la torre desde la carretera Cape San Blas Road (detalles a continuación) y los visitantes más ingeniosos a quienes no les moleste caminar más o menos un kilómetro y medio de playa pueden acercarse bastante a lo que, por el momento, es un faro fantasma. Además, la tienda de regalos se ha mudado a Old Maddox House en Port Saint Joe, justo sobre la costa, en el número 105 de Captain Fred’s Place.
En otras palabras, la historia aún no ha terminado.
"Seguiremos luchando", advierte Mount-Douds, mirando directamente a los ojos de un visitante reciente. "Yo soy la dama del faro y lo seguiré siendo".
Cuando vaya: Ya sea que venga del este o el oeste, tome la autopista U.S. 98 y doble hacia el Golfo por la carretera County Road 30A, que se ciñe a la costa mientras se acerca a Cabo San Blas. Doble y tome la carretera Cape San Blas Road y sígala en dirección al faro. Cuando se acerque a la curva, podrá divisar la torre alzarse sobre la línea de los árboles. Más información en capesanblaslight.org y lighthousefriends.com/light.asp?ID=591.