Una réplica de uno de los barcos usados por los exploradores españoles le regala a todos los Floridanos un viaje al pasado, en la costa de nuestro estado.
Hace 500 años los españoles llegaron en sus barcos de vela y pisaron la costa de la Florida. Hoy día, están de vuelta, pero esta vez los papeles se han invertido: en este viaje están invitando a todos los Floridanos a que suban a bordo de su galeón y de un paso al pasado.
Como parte de la celebración Viva Florida 500 para marcar el quinto centenario del Estado del Sol, una réplica en tamaño real de uno de los barcos más confiables del imperio español durante la época de Ponce de León está terminando una visita por cuatro puertos de la costa floridana.
El bote es un modelo exacto de los imponentes símbolos de velas cuadradas de la valiosa flota española y de la Armada imperial. Llamado simplemente El Galeón, este barco mide 165 pies de la proa hasta su característica popa cuadrada, y casi 33 pies en su parte más ancha.
“Era el barco usado para la exploración, descubrimiento, asentamiento y comercio de principios del siglo XVI a finales del XVIII”, dice Guadalupe Fernández, historiadora de la Fundación Nao Victoria, la organización sin fines de lucro dueña del galeón.
Imagínense la película “Los Piratas del Caribe”, pero con unos ajustes modernos.
Como hacían sus antepasados en los cuales está inspirado, El Galeón viaja con el poder del viento —la energía ecológica original que se usaba para cruzar los océanos antes de que le gente se preocupara por preservar el medioambiente. Tiene tres mástiles y siete velas características de las naves que transportaron a tripulaciones de antaño en sus viajes de exploración y aventura. También tiene un teléfono satelital, colchones en vez de hamacas o pisos duros, y baños modernos. Y también tiene un motor de diésel, en caso de que sea necesario.
Con una tripulación de 26 personas, El Galeón cruzó el Atlántico siguiendo una ruta similar a las que recorrieron sus predecesores. Zarpó de las Islas Canarias cerca de la Península Ibérica para cruzar el océano en un viaje de 17 días hasta Santo Domingo, y después a Puerto Rico. Tras pasar un mes allí, zarparon para una parada de cinco días en Miami.
Aunque posee un equipo de navegación moderno, dijo Eduardo Almagro Blanco, el administrador de la Fundación Nao, la tripulación trató de mantenerse fiel a la navegación del siglo XVI, siguiendo las estrellas y haciendo cálculos durante la mayoría del trayecto.
El total de millas recorridas: 5,066.
La travesía de la costa Floridana empezó con una visita de dos semanas a Miami, paradas en Cabo Cañaveral y Fort Lauderdale, y terminará en el lugar donde los galeones antiguos se detuvieron por primera vez, San Agustín.
En cada visita la tripulación invitó al público a visitar sus seis niveles, la cabina del capitán y los cuartos de los oficiales. Los marineros multilingües estaban a la disposición de responder preguntas acerca del viaje y el barco.
Los visitantes pudieron ver algo que no fue posible para los marineros de antaño: una presentación interactiva computarizada y un video sobre los galeones y su papel en la apertura de caminos por el Nuevo Mundo a la exploración y asentamiento europeo.
Almagro dijo que los barcos de los conquistadores fueron el equivalente a los primeros viajes de las naves espaciales de la NASA, diseñadas para expandir el conocimiento y el alcance del ser humano.
“A principios de la Era Espacial”, dijo, “los astronautas abordaron naves que hoy serian consideradas como anticuadas y se aventuraron a lo desconocido. Los españoles y portugueses que fueron los exploradores de su tiempo navegaron los océanos pensando que la tierra era plana, sin saber dónde terminaría, y de esa manera empezaron el descubrimiento”.
Nadie sabe con certeza qué tipo de barco usó Ponce de León. En sus exploraciones del Nuevo Mundo, dijo Fernández, Ponce de León dejó registros incompletos de sus viajes. Aunque el galeón era el barco preferido por los exploradores, es imposible saber si Ponce de León uso uno, o utilizó una carabela o una carraca.
“Pero”, dijo, “sabemos de hecho que en 1565, cuando San Agustín fue establecida, el barco de Pedro Menéndez de Avilés fue el ‘San Pelayo’, un galeón de 500 toneladas muy similar al que nos visita”.
Esta vez la diferencia es que los floridanos son los que se convierten en exploradores.
Si va a visita
La última parada de El Galeón será en San Agustín.
Cuándo: Del jueves 23 de mayo hasta el 3 de junio.
Horas: 9 a.m.-5 p.m.
Precios: $15 para adultos; $8 para niños de 12 años o menores.
Para comprar boletos, visite http://www.showclix.com/events/16987