By Dalia Colon
Como pareja, hay anécdotas que contarán el resto de la vida: cómo se conocieron, cómo se casaron… y entre una ocasión y la otra, cómo se comprometieron.
Sin presiones.
Si está pensando hacerle la pregunta a esa persona especial, considere estos cinco lugares memorables de Cayo Hueso.
Imagínese esto: cae la tarde, están sentados a una mesa excelente con vistas al alboroto de Mallory Square y el mesero le guarda el secreto. Quizá el anillo esté dentro de una caja de bombones o quizá penda de una clásica flauta de champán. “Un chico metió el anillo en una caracola y la puso sobre la mesa”, cuenta Bill Foster, director de ventas y mercadeo de Ocean Key Resort and Spa, donde se ubica el restaurante. “La chica pensó que era parte de la decoración… el anillo se salió mientras ella jugueteaba con la caracola. Rompió a llorar. Fue genial”. Para conseguir una mesa en “Lover’s Lane” —la hilera con las 5 mejores mesas para dos con las mejores vistas—, hay que reservar al menos un mes antes. Otra opción elegante es cenar después del ocaso, cuando el restaurante ya se ha calmado.
Parque Estatal Histórico Fuerte Zachary Taylor
Si su amor es tan sólido como los muros de una fortaleza del siglo XIX, considere comprometerse en este punto de referencia nacional. “Es un lugar excelente para ver la puesta de sol. Tenemos todo el extremo oeste del parque; se aprecia muy bien desde allí”, señala Jayne Blatherwick, subdirectora del parque. Traigan su merienda y acurrúquense a la sombra de sicómoros, uveros y palmeras. O diríjanse al solitario jardín de mariposas y vean su amor levantar vuelo.
Cuando el amor le haga sentir que toca el cielo con las manos, considere proponerle matrimonio en la cima de esta emblemática obra de 1848. Si subir los 88 peldaños no deja a su amada sin aliento, con seguridad las vistas lo harán. De acuerdo con el código de construcción, ninguna edificación de Cayo Hueso pude superar los 40 pies de altura, por lo que sobre la plataforma de observación de 86 pies “estará por encima de cualquier otra cosa”, afirma el director, Cori Convertito. Absorban un panorama de la isla, el golfo de México y el océano Atlántico. Incluso, el personal le ayudará a hacer la propuesta perfecta manteniendo a los demás visitantes alejados del faro unos minutos mientras usted se arrodilla. “Lo hacemos con mucho gusto”, dice Convertito. “Siempre y cuando nos lo diga con antelación, trataremos de complacer a la gente”.
Crucero turístico de Classic Harbor Line
Un crucero al atardecer nunca puede ser una mala opción, pero para despistar a su adorada, debe pensar con originalidad. La naviera Classic Harbor Line ofrece un crucero mimosa matutino. Súbanse a un yate de la época de los años veinte, donde disfrutarán de pasteles gratuitos… golosinas para su dulce amorcito. Incluso si no divisan un delfín, con seguridad conseguirán su “fueron felices para siempre”.
En cualquier lugar de la vereda Love Lane (La Ruta del Amor)
No hay que decir más nada.