By Susannah Nesmith

Tomando una carretera alternativa a U.S. 1, en dirección a los Cayos de la Florida, los espera lo mejor de la “vieja” Florida, un bar/restaurante único por su comida, música y ambiente especial.

La pareja de San Angelo, Texas, se miraba como si ambos hubieran encontrado el paraíso en la pista de baile de Alabama Jacks. La banda Card Sound Machine tocaba su habitual honky tonk y Chris y Joana Heronema bailaban mirándose fijamente a los ojos, conectados.

Cerca de allí, mientras la brisa soplaba desde un canal, algunos motociclistas se emborrachaban y sus discusiones se hacían cada vez más ruidosas, pero sin perturbar el entorno. Hubiera sido difícil interrumpir la atmósfera de este viejo bar.

Los Heronemas estaban celebrando sus 19 años de matrimonio con un gran viaje de familia — su hija adolescente, sus padres, una tía y un tío habían venido con ellos para celebrar el aniversario.

Dieron con Alabama Jacks gracias a una guía turística. Se sorprendieron de que el desvío que la guía sugería les llevara exactamente a lo que se describía – un “Fish Shack” tradicional, al aire libre, lleno de gente disfrutando de comida típica. Alabama Jacks tiene una ubicación inmejorable frente al agua y ofrece música divertida. Es un lugar tan agradable que lo pueden disfrutar tanto los niños y las abuelas en sillas de ruedas como los motociclistas ebrios.

“Es simplemente genial”, dice Joana Heronema. “Exactamente lo que estábamos buscando”.

Alabama Jacks ha sido mencionado y celebrado por Emeril Lagasse, Conde Nast, y Kathie Lee Gifford, quien tiene una casa de vacaciones en la cercana comunidad de Ocean Reef. El New York Times recientemente lo llamó uno de los grandes “fish shacks” (ranchos de pesca) de la Florida y The Guardian de Londres lo destacó como uno de los mejores bares en el estado. Pero todos los halagos no han hecho que pierda ese sabor único de establecimiento familiar, de los que están  lejos de la ciudad y alejados de los itinerarios turísticos más populares.  

Para llegar a Alabama Jacks, hay que tomar la carretera Card Sound Road, una ruta alternativa a los Cayos de la Florida. De vez en cuando un accidente cierra U.S. 1, la carretera tradicional, y los conductores se ven obligados a utilizar Card Sound Road, que cobra un peaje de $1. Cuando no hay ninguna razón para tomar el desvío, la mayoría no se molesta en hacerlo. Y es así como se pierde una gran oportunidad para conocer la vieja Florida, ya que no hay ningún lugar como Alabama Jacks en la ruta más transitada.

Don Crouch, superintendente de la Autoridad de Peaje de Card Sound, dice que los peajes de las personas que toman Card Sound Road solo para llegar a Alabama Jacks tienen un “efecto significativo” en lo que recauda su oficina.

“Yo diría que es un 10 o 20 por ciento”, estima Crouch. La autoridad de peaje recauda alrededor de $1 millón al año, agrega.

“Es un lugar muy interesante”, dice Crouch. “Uno nunca sabe si va a estar sentado al lado de un grupo de motociclistas ruidosos o de alguien que tiene una casa en Ocean Reef. Puede que el club de navegación haya organizado una excursión y todos los yates lleguen allí, o que los aficionados de automóviles antiguos se reúnan allí un día cualquiera”.

Alabama Jacks es un destino ideal para los residentes de Miami para hacer  excursiones en auto de un día, y los vecinos de Homestead, que están a tan solo 14 millas del lugar, transitan a menudo el camino a través de los manglares para llegar allá.

“Aquí tienes a las mejores personas en el mundo”, dice Paul Ramee, un jubilado de Homestead que disfrutaba de buñuelos de caracol con su esposa, Alfreda. “Es un lugar tan poco ostentoso. La primera vez que vine, comí alas de pollo y cuando terminé, la camarera llegó a la mesa y tiró los huesos en el agua para que se lo comieran los peces. Es gente muy sencilla”.

Alabama Jacks es conocido por sus buñuelos de caracola, que tienen más carne de caracola que masa.

“Dicen que son los mejores buñuelos de caracola de los Cayos y creo que es cierto”, dice Robert Johnson, un albañil que trabaja en Ocean Reef. Johnson dijo que viene a Alabama Jacks casi todos los días. “Durante la semana, es el bar más macho de los Cayos”.

También son muy populares la sopa de frijoles y lima y el dip, o crema, de pescado.

Los asientos frente a la barandilla, al lado del agua, son un lugar perfecto para vislumbrar a los manatíes y observar las multitudes de mirlos de alas rojas que revolotean en los manglares. Por la tarde, cuando la barra se vacía porque los mosquitos están a punto de llegar, los pájaros acuden a limpiar las migas que a algunos niños se les cayeron al piso. Los machos, de colores llamativos, se posan en las sillas vacías, y entonando su típico trino.

Alabama Jacks fue construido en la década de los cincuenta por un hombre llamado Jack Stratham que le dio su nombre, aunque algunos dicen que Stratham no era de Alabama sino de Georgia. El actual dueño, Phyllis Sague, lo compró en 1981. El huracán Andrew dañó el edificio en 1992, pero Sague reparó la cocina y la puso a funcionar rápidamente para poder alimentar a los trabajadores que estaban arreglando las líneas eléctricas. Su hijo, Mike, es ahora el copropietario del establecimiento, y a menudo se le puede encontrar detrás de la barra con su bulldog americano, Blue.

Alabama Jacks se cierra puntualmente a las 7 de la tarde, más que nada por los mosquitos, pero también porque los propietarios no quieren que la gente maneje en Card Sound Road de noche, según el gerente, Mike “Dog” Arnold.

“No hay luces en esta carretera en 13 millas en ambas direcciones”,  dice Arnold. “No queremos que la gente se salga de aquí y tenga un accidente en la carretera”.

En invierno, a veces se forman filas de clientes tan pronto el restaurante/bar abre sus puertas a las 11 de la mañana, dice Arnold.

“El año pasado, desde Navidad hasta abril, estuvimos más ocupados que nunca”, dice Arnold. “Y nunca han hecho publicidad. La gente simplemente oye sobre el lugar”.

 
Si quieren visitar:
Alabama Jacks
58000 Card Sound Road, Key Largo, Florida, 33037.

Teléfono: 305-248-8741