Por Janet K. Keeler

Jacksonville es una ciudad de gran extensión en proceso de crecimiento. Es la ciudad más poblada de la Florida, con más de 900,000 habitantes. Y como abarca casi 750 millas cuadradas, también es la de mayor superficie de los 48 estados contiguos. 

Por eso es buena idea que los visitantes dividan este masivo lugar en partes. Para lograrlo, lo que nosotros hacemos es encontrar algún barrio singular con una manzana interesante que explorar. La calle Park en el distrito Five Points combina el sabor del Jacksonville de antes y una vibra bohemia. Hay suficientes cosas para hacer en esta zona para estar ocupado todo un día, y también la noche, especialmente si vas a incluir el Museo Cummer y sus bellos jardines.

Five Points está en el río St. Johns, a corta distancia del centro mismo de la ciudad en las riberas norte y sur y su mezcolanza de rascacielos. Jacksonville es la sede de muchas instituciones financieras y compañías aseguradoras. El campo TIAA Bank Field, el estadio donde juegan los Jaguars de Jacksonville, está más al este por el río, y un poco más adelante están las playas de la primera costa de la Florida colonizada por los españoles. Estos también tienen su atractivo, pero una caminata por la calle Park es una experiencia diferente y una manera abordable de conocer esta atestada metrópolis.

Five Points ocupa un lugar especial en el distrito histórico Riverside, que es más grande. El nombre surge de una intersección de cinco calles. No es una rotonda ni una vía de sentido circular porque hay un par de señales de pare, lo que significa que el tránsito no fluye continuadamente. Tal vez te sientas un poquito confundido al acercarte a la intersección, o tal vez el chofer delante de ti se sienta confundido. Tómalo con espíritu deportivo.

El barrio se vuelve residencial cuando te alejas del río St. Johns. Si te gustan los programas del canal HGTV dedicados a buscar casas a la venta vas a querer explorar todas las calles bordeadas de árboles de este barrio. Muchas de las casas fueron construidas a principios del siglo XX y a través de los años han sido renovadas y convertidas en gloriosos ejemplos del estilo de arquitectura de un bungaló en una plantación. Hoy en día, Jacksonville cuenta con la selección más grande de este tipo de viviendas en el estado. 

Después que dimos una vuelta en auto para ver las casas encontramos un estacionamiento en la calle Park y comenzamos nuestra exploración. Teníamos una reservación para cenar temprano y tomarnos unos tragos en el restaurante River & Post en el río pero nos quedaba todavía tiempo suficiente para ver otras cosas.

 

El cine Sun Ray en el barrio Five Points de Jacksonville

El cine Sun Ray en el barrio Five Points de Jacksonville. El teatro muestra películas independientes y sirven cerveza y vino.

- Scott Keeler para VISIT FLORIDA

 

Al pasar frente a Five Points Antiques and Collectibles nos detuvimos inmediatamente delante de unos artículos de colección y antigüedades que tenían en la acera. Había sillas de los años de 1950 colocadas junto a lámparas de globo antiguas, patos de reclamo en madera e infinidad de pulseras y collares. Adentro, en el laberinto de puestos tenían a la venta mercancías clásicas que para algunos eran delicias nuevas y para otros memorias del pasado. “Creo que yo me deshice de cosas así hace 40 años atrás”, dijo alguien. Una pareja joven, sin embargo, se maravillaba con los discos de música y examinaban atentamente la cubierta y el reverso.

 

 

El barrio Five Points de Jacksonville.

Artículos a la venta en la calle Park en el barrio Five Points de Jacksonville.

- Scott Keeler para VISIT FLORIDA

 

Un poco más adelante del emporio de antigüedades está Sun-Ray Cinema, un teatro cuya apariencia y vibra son completamente distintas a los multicines de hoy en día. Es un sitio donde ha habido uno u otro centro de entretenimiento durante 90 años, y en la actualidad ofrecen cine de autor con películas que rara vez se pueden ver en los complejos de multicines, y de cuando en cuando películas que recién se estrenan. Cuentan con un menú ecléctico diferente al usual de un cine, como hummus y tallitos de vegetales, un sándwich cubano “totalmente fraudulento” y tofu bahn mi. Cena y película bajo un mismo techo, ¿qué más?

Brew Five Points nos atrajo porque prometen té y cerveza. Una joven sentada en el mostrador toma sorbitos de su café en lo que teje unos cuadrados para un cojín. Mientras mantiene su trabajo manual cuidadosamente apilado ordena otro café. Vemos que hay cervezas locales en latas y en barril y también marcas conocidas. Sirven desayuno, almuerzo y cena. Las tostadas vienen con acompañantes más elaborados que solo mantequilla y mermelada: está el ‘Forever in Blue Jeans (untable de pasta de sésamo y maní, banano, virutas de chocolate amargo y sirope de agave), o ‘Don’t Call It a Comeback’ (queso de cabra, mermelada casera de picantísimo ají limo, rúgula y miel). Decidimos solo tomar algo, rodeados de clientes que miraban las pantallas de sus teléfonos o su computadora.

Ya debidamente hidratados, saltábamos de un negocio a otro, como Edge City y Jane Doe Boutique de ropa femenina, y Bark, que se anuncia como una “moderna boutique urbana para mascotas”. Hay lugares donde hacen tatuajes permanentes o de henna y más lugares donde comer o tomar algo refrescante.

Cuando nos picó el hambre, paramos en River & Post, que no está en Park pero sí a corta distancia. Tienen un lounge en la azotea y un restaurante en la planta baja. Tomamos el elevador. El restaurante está localizado en la avenida Riverside y la calle Post en un edificio de oficinas corriente. El hecho de que esté ahí representa un cambio en un área donde ahora los edificios antiguos mezclan negocios nuevos y viviendas. En el lounge compartimos con profesionales jóvenes que venían a disfrutar de cocteles y tapas después del trabajo, y de la vista del río St. Johns y del centro de la ciudad en la ribera sur.

Una tabla con charcuterías, carnes, quesos, pepinos y nueces, resultó muy buen acompañante para los cocteles, uno de bourbon y el otro de ginebra. Pero no íbamos a permitir que se nos estropeara el apetito porque ya le habíamos echado el ojo a algunos platos del menú del restaurante, uno de ellos camarones con polenta. El otro era bife au poivre.

Hicimos la reservación temprano porque la película de las 8:30 en el Sun-Ray nos llamaba. ¿En que otro cine sino uno bohemio vas a poder ver The Miseducation of Cameron Post en la gran pantalla?