By Sarah Elder

La Florida es un lugar ideal para que las parejas planeen sus bodas, además de ser el estado líder como destino de bodas de Estados Unidos.

Más de 100 invitados, sentados en sillas blancas bajo el cielo del atardecer, miraban a Lauren caminar hacia su novio, Jesse. El la esperaba bajo un arco centellante, con el océano a tan sólo pasos de distancia. Era la Noche Vieja del 2011 en Marco Island Marriott Beach Resort y antes de que diera la medianoche, Lauren y Jesse se transformaron en el Sr. y Sra. Spinks.

Para los familiares y amigos, el compromiso de Lauren y Jesse fue recibido con entusiasmo y festejo, pero escucharlos decir que planeaban casarse en la Florida, considerando que viven en Carolina del Norte, fue algo especial

“Siempre quise una boda exótica”, dijo Lauren Spinks, “y siempre quise una boda invernal, pero mi esposo prefería la playa”.

Voilà! La Florida era el lugar ideal.

Carrie Darling , ubicado en Naples, fue la organizadora del casamiento de los Spinks. Darling estima que un 70 por ciento de sus clientes vienen de otros estados.

Muchas de estas “novias con destino” eligen la Florida porque vinieron antes de vacaciones con la familia o tienen familia viviendo aquí.

El Estado del Sol es popular entre los lugares elegidos para una boda durante todo el año, pero particularmente entre octubre y mayo. Los invitados pueden tomar mojitos bajo el sol antes de la ceremonia, y las parejas pueden intercambiar votos al lado del océano o casarse bajo el agua.
 
Las novias y novios pueden elegir entre varios lugares en la Florida incluyendo los ubicados en Miami y en el resto del sur de la Florida, como Naples, Orlando, los Cayos de la Florida o a lo largo de la Costa Esmeralda en el noroeste del estado.

“Siempre ha sido un lugar de actualidad, especialmente como destino de bodas”, dijo Lorean Lugo, organizadora de eventos ubicado en Miami. “Cuando la gente nos llama, ya han tomado la decisión. No hay necesidad de convencerlos”.
 
De hecho, el 18 por ciento de los destinos de boda de la nación fueron en la Florida en el año 2011, de acuerdo a la encuesta bianual llevada a cabo por TheKnot.com, una de las principales páginas de información para todo lo que se relacione a bodas, y el WeddingChannel.com. Esto hace a la Florida el estado líder de destinos para bodas de Estados Unidos continental, de acuerdo a Kristin Koch, editor sénior para TheKnot.com.

“Estamos viendo un crecimiento en general en la tendencia de bodas en destinos especiales”, dijo Koch.

La belleza tropical de la Florida y sus ciudades costeras con las playas con arenas blancas atraen mucho a las parejas por el ambiente, paisaje, servicios de primera y clima atractivo.

Otro factor: Planear una boda implica una serie de detalles y decisiones que pueden llegar a ser dificultosos o engañosos de coordinar estando lejos. Hallar un lugar fuera de donde uno vive pero que esté lo suficientemente cerca para visitar de antemano da confort y seguridad a las parejas que están deseosas y ansiosas anticipando la llegada de ese día tan importante.

Además, un destino de boda que no involucra viajar al exterior lo hace menos complicado para los invitados. A diferencia de empacar para ir a Costa Rica o el Caribe, aquí no hay necesidad de pasaportes, de pagar altas tarifas aéreas, o de preocuparse de tomarse los días necesarios fuera del trabajo para un fin de semana más largo.

Para muchos, viajar a la Florida está sólo a millas manejando. El noroeste de la Florida, por ejemplo, limita con Alabama y Georgia, y se llega fácilmente desde Mississippi y Louisiana.

“El Panhandle, en el norte de la Florida, también está más cerca para muchos estados limítrofes”, dijo Christie Sachse of Yourstulyweddings.net, compañía organizadora de bodas ubicada en Miramar Beach, tan sólo a mitad de camino entre Pensacola y Panama City. Esa cercanía significa que los invitados no tengan la necesidad de comprar pasajes de avión.

“La recesión perjudica a muchos negocios pero la gente se sigue casando”, dijo Sachse, quien este año espera planificar más de 200 bodas.

La creencia popular puede sugerir que la industria de la boda es inmune a los duros golpes económicos, pero eso no es del todo cierto. Con el promedio de bodas presupuestadas en los $27,000, algunos se ven en la necesidad de reducir los costos.

“Estamos hallando que el impacto mayor en su presupuesto se ve en la lista de invitados”, dijo Kock. “Desde el 2000 al 2012, hay un promedio de nueve invitados menos, lo cual no es significante pero es revelador”.

Casarse en la playa puede ser unos de los planes menos costosos. Un permiso de boda en Miami Beach cuesta sólo $125. Entre octubre del 2010 y septiembre del 2011, la ciudad aprobó 270 permisos de casamientos, y espera otra cantidad similar durante el corriente año fiscal, de acuerdo con Raúl González, vocero de la Oficina de Desarrollo Cultural y Turístico de Miami Beach.
 
Y en lo que se refiere a las celebraciones luego de la boda, las parejas pueden hallar la versión del paraíso que se han imaginado. Ya sea sentarse al borde de una piscina, subirse a un crucero para la luna de miel, o dirigirse hacia los Cayos para nadar con los delfines.

Luanne Betz y David Thompson hicieron algo parecido en el 2006 para su boda que definitivamente rompía con la tradición. Nadaron 70 pies debajo de la superficie del agua en el Jules Underwater Sea Lodge, un hotel bajo el agua y antiguo laboratorio de investigaciones en Cayo Largo.

Regresando a nuestra novia, Lauren Sprinks recuerda con cariño que, cuando ella y Jesse tomaban fotos en la playa antes de la ceremonia, él se arrodilló y con delicadeza le sacó los zapatos.

Ella se encontraba en el paraíso. Otros lo llaman la Florida.