Boutiques, restaurantes, galerías y puestos de regalos llenan las pequeñas tiendas de esta calle, donde no encontrará automóviles o bicicletas.

St. George Street es la calle principal de la ciudad más antigua de la nación. Es una calle donde los transeúntes pueden caminar sin preocuparse del tráfico de vehículos, ni siquiera de las bicicletas.

St. George es una de las varias calles pintorescas en el Distrito Histórico de St. Augustine, y perderse por las calles adyacentes es parte de la manera en que los visitantes gozan de esta pequeña ciudad del noreste de Florida. St. Augustine también está cerca de varios balnearios – entre ellos Vilano Beach, Crescent Beach y St. Augustine Beach – y está aproximadamente a 20 millas al sur de TPC Sawgrass, la sede del torneo PGA Tour y uno de los más famosos campos de golf del país.

En esa angosta avenida las boutiques y galerías de arte, los bistros y puestos de regalos llenan las pequeñas tiendas. Pero la calle es tan popular – y a menudo está repleta de visitantes – que pasear por ella puede ser abrumador.

Aquí tiene una guía para encontrar en St. George Street algo más que conchas de mar o baratijas de Florida (aunque las tiene, en todo caso):

Primero que nada, dígalo bien: No es George Street. No es St. George’s Street. Es Saint George Street.

Las oportunidades abundan en el Distrito Histórico para comprar caramelos de agua salada (taffy), caimanes de goma y chocolates moldeados en forma de delfines. Pero si usted busca algo dulce que es típico de St. Augustine, vaya a Whetstone Chocolates. Henry y Esther Whetstone, oriundos de Florida, inauguraron su compañía en 1967 con una receta para caramelos blandos que produjeron en su cocina y pronto expandieron su variedad de chocolates y su fuente de producción. Hoy en día, la compañía permanece en manos de su hija y el chocolate – que incluye un nuevo surtido de chocolates artesanales – sigue siendo una dulce adición a St. George Street.

St. Augustine es una ciudad de superlativos (incluyendo la escuela de madera más antigua de la nación y la casa más vieja de Florida) y entre todas las giras y museos es fácil pasar por alto una atracción muy simple, La Histórica Casa Pena-Peck. La casa colonial, construida en 1750 por orden del rey de España, fue el hogar del tesorero real Juan Esteban de Pena. La casa después fue el hogar de dos gobernadores británicos (después de que España perdiera Florida y esta pasara a Gran Bretaña) y eventualmente pasó al Dr. Seth Peck, cuya familia se mudó al edificio en 1837.

Fue la nieta del Dr. Peck quien donó la casa de su familia a la ciudad cuando falleció en 1931. Hoy está al cuidado del Woman’s Exchange of St. Augustine, que ofrece giras a cambio de una donación que agradecen sinceramente. Puede examinar los objetos artesanales que se venden en la tienda de regalos de la casa, en la sala donde el Dr. Peck atendía a sus pacientes.

Un pilar del Distrito Español de St. Augustine desde 1975, The Spanish Bakery (La Panadería Española) ofrece auténticos platos españoles preparados en una cocina de estuco blanco situada en una callejuela cerca de St. George. Además de productos horneados, los almuerzos incluyen empanadas y tazones de sabroso picadillo. También populares son las galletas de canela, hechas sin huevos ni leche y preparadas con una receta similar a la que probablemente trajeron los primeros colonos españoles que cruzaron el Atlántico.

Visto desde la calle, el Santuario Nacional Griego-Ortodoxo de St. Photios es un edificio blanco parecido a una caja, sin nada que lo distinga. Pero adentro, frescos al estilo Bizantino, cubiertos con hoja de oro de 22 quilates, muestran escenas de la vida de Cristo, además de muchos santos y apóstoles. En otro ejemplo del importante lugar que St. Augustine ocupa en la historia de muchas culturas, el santuario honra a la primera colonia de griegos que fueron traídos a New Smyrna Beach como sirvientes en 1768. Su historia es trágica, conmovedora y casi desconocida. Terminó casi 10 años más tarde, cuando muchos de ellos escaparon a St. Augustine en busca de refugio. El santuario Griego-Ortodoxo todavía honra su memoria.

Amy Wimmer Schwarb ha pasado su carrera profesional viajando entre las costas de Florida y su estado natal, Indiana. Por varios años, trabajó como redactora y editora en el St. Petersburg Times y más años aún como editora de una revista en Indianapolis. Pero al final Florida conquistó su corazón. Ahora trabaja a tiempo completo como periodista independiente en St. Augustine.