By Frances Robles

A un lado de la carretera que une a Miami Beach y Miami, Jungle Island y el Museo de los Niños de Miami buscan educar y divertir a los pequeños… y quizá también a sus padres.

Cuando se conduce por la carretera A1A de Florida, llega un momento en que esta panorámica costanera estatal se convierte en una atestada autopista, uno de cuyos puentes principales ha aparecido en muchas películas de acción hollywoodenses.

A su paso por Biscayne Bay en sentido sur hacia los Cayos, la A1A atraviesa uno de los secretos mejor guardados de Miami: una minúscula isla artificial donde hallará loros, tigres e incluso una simulación de supermercado para nenes.

En este punto junto al trecho miamense de la A1A —más conocido por sus acogedores restaurantes frente al mar— está Watson Island: un antiguo aparcamiento de dirigibles Goodyear que ahora aloja a dos de las imperdibles atracciones para niños pequeños que ofrece el sur de la Florida.

En esa isla apartada junto a la vía que comunica a la ciudad de Miami Beach y Miami están Jungle Island y el Museo de los Niños de Miami, atracciones que buscan educar y divertir a los pequeños (y quizá también a sus padres). Aunque hace 10 años no era más que un terreno baldío, actualmente la isla es visitada por propios y extraños durante todo el año.

Ya que pasa junto a la interestatal I-395, la mayoría de los conductores no se percatan de que aún siguen en la estatal A1A.

“Cuando nos mudamos para aquí, la gente no sabía qué era Watson Island”, apunta Deborah Spiegelman, directora ejecutiva del Museo de los Niños de Miami. “Uno decía: ‘Watson Island’, y la gente decía: ‘¿Qué es eso?’ ”

Spiegelman, a quien llaman “la reina de Watson Island”, explica que la lengua de tierra próxima al centro de Miami se construyó inicialmente con material dragado del vecino puerto de Miami. Bautizada en honor a un exalcalde de Miami, la isla cuenta con un club náutico y una rampa para embarcaciones, y es sede de un programa de conservación. Además, es el emplazamiento de un futuro hotel y complejo de tiendas, y ofrece una de las mejores vistas de los majestuosos cruceros que visitan el sur de la Florida.

Jungle Island y el Museo de los Niños se mudaron al lugar hace casi 10 años en busca de más espacio y una ubicación céntrica y accesible. El Museo de los Niños ocupa 5,203 metros cuadrados y ofrece 14 galerías distintas. Entre las exhibiciones interactivas destacan la reproducción de un barco de crucero, un supermercado Publix de práctica, un taller de arte y salas de representación. Los niños tienen la oportunidad de vestir trajes de diferentes culturas, jugar a los bomberos y aprender acerca de los Everglades, el mar y algunas tareas cotidianas como, por ejemplo, ir al banco y construir carreteras.

La entrada al Museo de los Niños —dirigido a menores de 8 años— cuesta $16 para visitantes no residentes del estado y $12 para lugareños.

El diseño de la edificación busca representar los elementos: tierra, aire, agua y fuego. Aproximadamente 400,000 personas lo visitan todos los años, 20 por ciento de las cuales son turistas. Algunas familias en vacaciones aprovechan las instalaciones del museo para acampar durante el día.

Los padres de niños con necesidades especiales disfrutan todos los meses de una mañana de sábado especial, en la que la iluminación y el sonido se ajustan en consideración a los pequeños. Esas mañanas, conocidas como “Sensory Saturdays” (Sábados Sensoriales), el museo se cierra al público para evitar la multitud y se reservan salas de sosiego donde los niños puedan relajarse.

“Seguimos siendo uno de los secretos mejor guardados”, apunta Spiegelman. “Somos la mejor atracción infantil en espacios interiores que permanece abierta todo el año. El sol y la playa son nuestro competidor número 1”.

Al otro lado de la isla respecto al museo se encuentra Jungle Island, que se promociona como una experiencia más práctica de interacción con animales (no mencione la palabra zoológico).

Creado en 1936, Jungle Island abrió primeramente en el extremo sur del condado. Entonces llamada Parrot Jungle, la atracción se hizo famosa por sus kitsch espectáculos de cacatúas que las presentaban montando patineta y bicicleta.

El parque se mudó a Watson Island en el 2003 y, cuatro años después, cambió su nombre por el de Jungle Island. Los loros siguen siendo la presentación distintiva del parque, que cuenta también con otros 300 animales más, entre los que destacan, naturalmente, las guacamayas, a las que los visitantes pueden tocar y alimentar.

Además de pájaros patinadores, el parque ofrece una amplia variedad de criaturas como, por ejemplo, canguros, jabalíes africanos, ligres, caimanes y emúes, el ave más alta de Australia. Entre los primates figuran orangutanes, lémures, mandriles, gibones y capuchinos. El que ha gozado de mayor cobertura noticiosa recientemente ha sido Peanut, un orangután actualmente sometido a quimioterapia.

Chakra y Bindi son los tigres de Bengala. Lord Ivory, el león blanco de 227 kg, suele encontrarse echado en un lugar que le permita tomar el sol.

“El atractivo principal aquí es la experiencia con los animales”, opina el conservador general, Jason Chatfield. “Es un contacto directo y frontal”.

Se sabe que, durante su tiempo de reposo, los empleados del parque se pasean con los animales sobre el hombro.

Tienen tres espectáculos distintos: Winged Wonders (imagínese pájaros montando bici), Wild Encounter (grandes felinos) y Dr. Wasabi’s Wild Adventure, un espectáculo interactivo que presenta a una multitud de animales, desde pingüinos hasta tortugas. Además, Jungle Island tiene una reproducción de los Everglades, una playa de verdad y un zoológico interactivo.

La entrada cuesta $34.95 para los adultos y $26.95 para los niños. Los interesados en hacer un recorrido privado VIP de 90 minutos de duración y almuerzo incluido pagan $240 por adulto y $120 por niño.

Según Chatfield, los diseñadores se sienten especialmente orgullosos de las soberbias flora y fauna, que logran darle ambiente de parque a este entorno urbano.

“En 5 minutos se te olvida que estás a menos de 100 metros de una gran autopista. La gente viene atraída por los animales, pero se marcha pensando en las plantas”, destaca Chatfield. “El mayor desafío es hacer felices tanto a las personas como a los animales. Tratamos de hacerlo todos los días”.

Cuando vaya

Museo de los Niños de Miami
www.miamichildrensmuseum.org

Miami Children’s Museum
980 MacArthur Causeway
Miami, Fla., 33132
Teléfono: 305-373-KIDS (5437)
Abre todos los días de 10 a. m. a 6 p. m.
Cierra los días de Acción de Gracias y Navidad.
Entrada: $16
Residentes de Florida: $12
La entrada de niños menores de 1 año es gratuita

Jungle Island
www.jungleisland.com

1111 Parrot Jungle Trail
Miami, FL, 33132
Teléfono: 305- 400-7000
Abre de 10 a.m. a 5 p.m. los días de semana y hasta las 6 p.m. los fines de semana, los 365 días del año
Adultos: $32.95 + impuestos = $35.26
Niños (3-10): $24.95 + impuestos = $26.70