By Camille C. Spencer

Después de que se pusiera el sol y antes de empezar la movida, los melómanos se relajaban más allá del ruido de viernes por la noche de la 7ma Avenida y detrás de la cuerda de terciopelo de Ybor City Jazz House.

Para quienes buscan un establecimiento donde los adultos puedan escuchar jazz en Tampa Bay, Jazz House se está volviendo poco a poco un lugar esencial por su empeño en incorporar al programa espectáculos locales como The Black Honkeys y Shawn Brown y contar con un balcón que, salpicado de mesas altas, domina la 7ma Avenida desde un tercer piso.

Sofás de terciopelo rojo, televisores pantalla plana y paredes de ladrillo —la del segundo piso adornada con fotos de un sonriente Al Capone con un puro colgado de los labios— les hacen vivir a los clientes una experiencia que los ha obligado a volver desde la inauguración informal de Jazz House el pasado noviembre.

“He estado aquí varias veces y ahora soy un fanático porque no encuentras un montón de veinteañeros”, dijo Pat Perkins, un residente de Clearwater que bebía un trago en el bar del primer piso. “Aquí hay gente madura”.

¿Otra razón para ir?

“La sangría es fantástica”.

La opinión de Perkins es precisamente la que buscaba el propietario, Eric Fleming, cuando decidió abrir Jazz House. Tras el reciente cierre de The Fox Jazz Cafe, sobre Kennedy Boulevard en el centro de Tampa, algunos amantes del jazz salieron en manadas para Ruby’s Elixir, al otro lado del puente Howard Frankland de Saint Petersburg, mientras que otros dieron con los espectáculos musicales en vivo de restaurantes locales o se fueron a ciudades como Orlando o Miami para asistir a conciertos.

Hace años, el alto índice de criminalidad de Ybor City y su reputación de jóvenes pendencieros a deshoras hacían que muchos evitaran la icónica franja de la 7ma Avenida, sobre todo, los profesionales melómanos en busca de música llena de sentimiento.

Más recientemente, desde que ha disminuido el índice de crímenes graves de Ybor City, la reputación de la zona es la de un lugar de moda con clubes nocturnos y bares como The Green Iguana o Hamburger Mary’s, tiendas de tatuaje y cocina de primer orden en restaurantes como Bernini’s y The Columbia. Hace poco, un viernes por la noche en la 7ma Avenida, la policía mantuvo al público en la cola y fuera de la calle mientras circulaban carros por la concurrida vía pública.

Aun así, Fleming ignoró la voz de los opositores que no se explicaban por qué abriría un club de jazz con la esperanza de atraer un público sofisticado en un lugar donde este perfil demográfico no es la norma.

“Escogí Ybor deliberadamente”, dijo Fleming. “Hace años, cuando era más joven, tuvimos tres clubes de jazz aquí. Tenían un estilo de vida adulto y dinámico. Lo que pasaba hace 10 años era que venían chicas a los clubs de adolescentes, y se producían balaceras y peleas. Eso espantó a mucha gente”.

Fleming —que frecuentaba The Fox y se trajo a su club de jazz algunos de los espectáculos musicales emblemáticos del ahora extinto local— aclamó ampliamente los beneficios a largo plazo de abrir un negocio como el suyo en la 7ma Avenida.

“Están ampliando el puerto (de Tampa), y cuando traigan más cruceros, habrá más turismo”, explica. “No tienen nada que hacer en el centro de Tampa, así que pueden venir a Ybor.”

Clientes como Vicky Robinson de Lutz dijo que se valió de Google para localizar a The Black Honkeys, grupo integrado por personas de diferentes razas cuya vocalista es una mujer, y descubrió que se presentaban esa noche en Jazz House. Fue su primera travesía hasta el local de Ybor City.

“Es un público amable y despreocupado”, apuntó. “Creo que la escena de jazz (de Tampa) debe crecer más”.

Alrededor de las 10 p. m., The Black Honkeys subieron al escenario cantando a todo pulmón una versión del clásico “What You See is What You Get” de The Dramatics. A medida que engrosaba el variado público, su versión de “Ain’t No Woman Like the One I Got”, de The Four Tops, atrajo asistentes hacia el escenario, algunos bailando suavemente en pareja y otros disfrutando solos mientras se tomaban un trago en la barra.

Como una hora y media después, cuando The Black Honkeys cantaron a grito pelado Mary Jane de Rick James sobre la 7ma Avenida, algo quedó muy claro: al menos por una noche, los amantes del jazz se reunieron en un lugar donde jamás pensaron que se sentirían a gusto.

Excursión de Google:

The Ybor City Jazz House está en 1611 East 7th Avenue, Ybor City, y publica el programa de sus próximas presentaciones en su sitio web (www.yborcityjazzhouse.com). Tiene tres pisos y un balcón que domina la 7.a Avenida.

Cierra los lunes y los martes. Además de presentar los espectáculos de leales seguidores como, por ejemplo, The Black Honkeys (www.theblackhonkeys.com) y Shawn Brown (www.shawnbrownmusic.com), también permite programar fiestas privadas.

Con una cabina de DJ colgante y barras en todos los pisos, el negocio está haciéndose famoso por atraer a melómanos que buscan un lugar donde puedan reunirse adultos para socializar y beber la emblemática sangría de Jazz House.